Hoy, el Presidente de la República ha hecho un llamamiento para celebrar el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esta celebración nace con el objetivo de recordar el extremo sufrimiento que lidian muchas mujeres con el aumento de la violencia y la desigualdad en todo el mundo. Esta iniciativa también busca ofrecer esperanza, otorgándoles a mujeres el derecho que se merecen a la libertad, la paz y el bienestar.
El movimiento de eliminación de la violencia contra la mujer intenta eliminar los prejuicios aprendidos e impartir una educación significativa para liberar las mentes de ideas milenarias. Muchos pasos han sido dados ya para erradicar esta lacra, como la adopción de leyes y la creación de servicios de atención, pero aún queda mucho por hacer para alcanzar verdadera igualdad.
En primer lugar, hay que prestar gran atención a eliminar los estereotipos de género en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el mundo educativo, el lugar de trabajo, el hogar, la política y el entretenimiento. Estas jerarquías estereotipadas deben rechazarse para que todas las mujeres se sientan seguras y libres de temores de abuso.
Además, es crítico para la protección de los derechos de la mujer tener leyes efectivas para combatir la violencia. Las leyes nacionales deben proporcionar protección a las víctimas mediante el nombramiento de provedores de servicios de apoyo, el establecimiento de procedimientos policiales, y la restauración de la confianza de las víctimas mediante la castigación de los perpetradores.
Es evidente que la eliminación de la violencia contra la mujer no es una batalla que pueda ganarse sólo mediante los esfuerzos gubernamentales. Necesitamos la colaboración de la comunidad. Los hombres de todas las edades, etnias y ubicaciones geográficas tienen el potencial de actuar como líderes y de llevar un mensaje de fin de violencia a otros hombres.
Los grupos comunitarios anti-violencia también están ayudando para crear un entorno seguro, inclusivo para el bienestar y la justicia para las mujeres. Estos grupos tienen como objetivo apoyar a las mujeres al ofrecer asesoramiento, habilidades de supervivencia y herramientas prácticas para resistir la violencia y la desigualdad.
Finalmente, el fortalecimiento de la voz de las mujeres es fundamental. Esto puede ayudar a asegurar un futuro mejor para todas las mujeres, independientemente de su origen, etnia e idiosincrasia. Para ello, las mujeres necesitan mayor participación en todos los ámbitos de la vida, particularmente en aquellos que promueven la igualdad y la justicia.