En una entrevista con Renascença, el economista defendió una solución “flexible” para el nuevo aeropuerto, “en la que no se haga todo de una vez”. El ex ministro presentó un estudio que propone una baja del Impuesto sobre el Beneficio de las Empresas (IRC), considerando que la pesada fiscalización sobre las empresas -que supera la media europea- está perjudicando los inversionistas.
Con el objetivo de mejorar el ambiente de inversión en el país, el economista propone una solución “flexible”. Esta solución implicaría que los proyectos se ejecutaran por etapas, en lugar de intentar hacer todo de una vez. Esto permitiría a los inversores tener una mejor comprensión de los riesgos y costos implicados en cada proyecto, y evitaría que se inviertan demasiados recursos en un solo proyecto sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo.
Además de la solución “flexible”, el ex ministro también propone una reducción en el Impuesto sobre el Beneficio de las Empresas (IRC). Esta reducción ayudaría a las empresas a invertir en proyectos sin tener que preocuparse acerca de la carga fiscal. El economista espera que esta medida ayudará a reducir la carga fiscal sobre las empresas, que actualmente es superior a la media europea, lo que contribuirá a mejorar el clima de inversión.
Con estas dos propuestas, el economista espera que el país sea capaz de mejorar el ambiente de inversión, lo que permitirá a los inversores seguir invirtiendo en proyectos sin preocuparse por los altos costos de tributación. Esto ayudará a estimular el crecimiento económico, mejorar el nivel de empleo y aumentar el bienestar de la población.
Además, el economista espera que estas medidas contribuyan a mejorar el ambiente de negocios en el país, lo que permitirá a las empresas aprovechar la ventaja competitiva que ofrece el mercado local. Esto contribuirá a la creación de nuevas empresas, la expansión de negocios existentes y el desarrollo de nuevas industrias, mejorando la economía del país.
En conclusión, el ex ministro espera que sus propuestas contribuyan a mejorar el ambiente de inversión y el clima de negocios en el país, lo que contribuirá a un crecimiento económico sostenible. Estas medidas también ayudarán a las empresas a invertir de manera eficiente, sin preocuparse por los altos impuestos, lo que contribuirá al bienestar de todos.