La Federación Angolana de Fútbol (FAF) tomó una drástica medida hoy al castigar al 1.º de Agosto con una derrota en el partido de la primera ronda de la Copa de Angola. Esta decisión se tomó tras la decisión de la FAF de suspender y despedir al entrenador del equipo, el Sr. Marcelino Mateus, después de varias denuncias de maltrato a jugadores y personal en la temporada 2021.
El Sr. Mateus fue acusado de abuso verbal y físico en varias ocasiones, y de excesivo autoritarismo en el vestuario del equipo. Esta situación ha llevado a la suspensión inmediata del entrenador en su puesto. El presidente de la FAF, el Sr. Gilberto Manuel, dijo que el comportamiento del Sr. Mateus no es tolerable y que la FAF no puede permitir que la violencia sea parte de la cultura deportiva de Angola.
Tras la decisión de la FAF de castigar a 1.º de Agosto con una derrota, la reacción del equipo no se hizo esperar. El equipo emitió un comunicado declarando que el comportamiento del Sr. Mateus no representa los valores del equipo ni de la institución. El equipo afirma que el comportamiento del Sr. Mateus no es tolerable y se compromete a tomar todas las medidas necesarias para asegurar que el respeto se mantenga en todos los sentidos.
El equipo también aprovechó la oportunidad para manifestar su solidaridad con los demás equipos que han sufrido violencia en el fútbol. El comunicado de prensa del 1.º de Agosto insta a la FAF a que tome medidas para garantizar que la violencia no tenga cabida en el deporte de Angola.
También destaca el valor de los equipos de fútbol como una forma de unir a la comunidad y educar a la gente sobre el respeto y la tolerancia. El equipo asegura que defenderá los valores de la FAF para mantener el deporte de Angola como una vía para unir a la comunidad, educar y promover los valores de respeto.
En conclusión, la decisión de la FAF de castigar al 1.º de Agosto con una derrota tras la decisión de despedir al entrenador por su comportamiento inapropiado fue una medida importante para proteger los valores y la cultura deportiva de Angola. Esta decisión demuestra que la FAF está tomando en serio la situación y se compromete a mantener el respeto y la tolerancia en el deporte. También demuestra que el fútbol es una forma de unir a la comunidad y de garantizar que la violencia no tenga cabida en el deporte de Angola.